«Los festejos taurinos en la región serían viables con las plazas al 50%»

A estas alturas del año pasado, Mar Toros ya había celebrado una treintena de festejos taurinos. Al cierre de la temporada fueron 115 en las más de 40 plazas que gestiona en la región. En la presente temporada todavía no se ha estrenado. Pese a ello, el propietario de la empresa, Joaquín Domínguez, es optimista con el futuro.

–¿Cómo prevé lo que queda de año para el sector taurino?

–He tenido contactos en la Diputación pacense y Junta y me dicen que son optimistas. Creo que poniendo unas medidas concretas de seguridad sanitaria podremos echar a andar a finales de julio o principios de agosto. Así salvaríamos en torno al 50% de la temporada, que se extiende entre marzo y mediados de octubre, aunque el 70% de los festejos y las ferias importantes se concentran a partir del 15 de julio.

–¿Son viables festejos en Extremadura con un 50% del aforo?

–En nuestra región sería completamente viable. Gozamos de plazas muy buenas y con el 50% de aforo podríamos hacer eventos, siempre y cuando nos sigan apoyando los ayuntamientos como han hecho hasta ahora.

–¿Se puede garantizar la seguridad sanitaria?

–Badajoz es una de las provincias mejor posicionadas desde el punto de vista sanitario, tal y como hemos visto en los datos. Yo estoy en contacto con alcaldes que me dicen que en sus pueblos el índice de contagios es cero, aunque a muchos de ellos les preocupa el tema de la movilidad y de las concentraciones de gente.

Es una pena y supone pérdidas importantes que después de haber criado un toro acabe en el matadero

GANADERÍAS

–¿A los festejos en Extremadura acude mucha gente de fuera?

–El 80% de los festejos que se celebran en la región son populares y a ellos acude mayoritariamente gente de la misma comarca en la que se desarrolla. Grandes eventos que atraigan a gente de fuera son la Feria de Olivenza, la de Badajoz, que se ha suspendido, y pocos más.

–¿Qué se palpa en el sector?

–Hay preocupación porque nadie nos asegura que podamos hacer algo durante el año. Todo se ha parado y eso supone unas pérdidas tremendas. No solo para las empresas, nosotros hemos tenido que hacer un ERTE, también para todo lo que llevamos alrededor: toreros, subalternos, transporte, reses de lidia… Hemos dejado de contratar a todo el personal eventual que necesitamos el día de los festejos. Esto hace que haya muchas personas afectadas. El último festejo que yo hice fue en octubre del año pasado; si en 2020 no hacemos nada, cuando vuelva la temporada habremos estado un año y medio parados. Eso sería la puntilla para nuestro sector.

–¿Qué medidas hay para paliar esas situaciones?

–Las ayudas del Ministerio de Cultura, al cual pertenece el mundo del toro, están discriminando a este sector, que es el segundo espectáculo de masas a nivel nacional y cuyos ingresos a las arcas pública quintuplican a cualquier otro sector cultural.

Conozco a profesionales del sector que están trabajando en las campañas agrarias para tener ingresos

EMPLEOS DISCONTÍNUOS

–¿A qué se refiere con esa discriminación?

–No tenemos ayudas y las normas del Gobierno hacen que sean inviables los festejos. Una de las primeras normas decía que el público debería guardar una distancia de nueve metros cuadrados en las plazas de toros. No es posible abrir una plaza con más de nueve metros cuadrados entre espectador y espectador.

–¿Qué medidas son necesarias?

–Lo más importante es reactivar un sector del que depende mucha gente. Los festejos populares llevan mucho dinero a los pueblos y sirven para fijar la población en el mundo rural. También son necesarias medidas pensando en matadores de toros, subalternos, mozos de espadas… que son trabajadores discontinuos y no pueden acogerse a ayudas ni subvenciones; conozco a algunos de estos profesionales que están trabajando en las campañas agrarias para tener ingresos. Las administraciones también deberían pensar en esos profesionales y en las ganaderías, que es otro sector estacional. Habría que buscar ayudas concretas para el sector del toro bravo. Las fincas están llenas de ganado y es una pena que después de haber criado un animal durante cuatro o cinco años acabe en un matadero, lo cual conlleva pérdidas muy importantes para las ganaderías. El toro bravo es seña de identidad de nuestra tierra y, junto al cerdo ibérico, conserva un ecosistema único de miles y miles de hectáreas.

–¿Habrá grandes ferias este año a nivel nacional?

–Hay pesimismo en cuanto a montar grandes ferias. Depende de cómo esté sanitariamente la zona en concreto. Ya se han suspendido las ferias de Bilbao, San Sebastián, Alicante o Murcia. Un festejo con figuras del toreo en plazas como Madrid sería inviable con aforos del 50%.